Protección del denunciante: garantías legales y buenas prácticas

noviembre 12, 2025

Escrito por: sh_marketing

Tiempo de lectura: 4 minutos

Imagina esta escena: detectas una irregularidad en tu empresa. Una licitación sospechosa. Un jefe que no respeta los límites. Un presupuesto hinchado. Y entonces te haces la pregunta que no debería doler: ¿lo denuncio o me callo? Porque sí, en pleno 2025, todavía hay quien se lo piensa. No por falta de principios, sino por miedo a las consecuencias.

Ese miedo es el que viene a combatir —por fin— la Ley 2/2023, la que pone nombre y apellidos a un derecho que no debería necesitar protección: el de decir la verdad sin pagarla cara. Aquí no hablaremos de normativa en tono gris. Esto va de cómo construir una empresa donde levantar la voz no sea un acto de fe ni un salto al vacío.

Lo que vas a encontrar aquí (y no en los folletos legales)

Este artículo no pretende recitar artículos de ley. Pretende que los entiendas, los apliques y los conviertas en parte de tu cultura empresarial. Porque la protección del denunciante ya no es una opción. Es una obligación. Y bien gestionada, puede ser tu mejor aliada.

Aquí te contamos:

  • Qué dice la ley (de verdad) sobre proteger al denunciante.
  • Qué empresas deben cumplir (spoiler: casi todas).
  • Cómo poner en marcha un canal interno de denuncias que funcione y no sea una caja vacía.
  • Qué errores están cometiendo empresas grandes, medianas y pequeñas.
  • Cómo hacer que la protección no sea solo legal, sino también real.

Con ejemplos. Con realismo. Y con el lenguaje que usarías explicándoselo a tu equipo en una reunión de lunes.

La ley existe. Y ya no puedes hacer como que no va contigo

El marco legal: de la directiva europea a la realidad española

Desde febrero de 2023 está en vigor en España la Ley 2/2023. Suena a trámite, pero es mucho más que eso: es la transposición de la Directiva Europea 2019/1937, la famosa «Directiva Whistleblowing». Su objetivo: proteger a quienes denuncian infracciones normativas o prácticas corruptas dentro del ámbito laboral.

¿A quién protege esta ley?

A más personas de las que imaginas:

  • Empleados, extrabajadores, autónomos, becarios, voluntarios.
  • Proveedores, socios, accionistas, miembros del consejo.

En resumen: a cualquiera que, dentro de una relación profesional, alce la voz para decir “esto no está bien”.

¿Y a qué empresas obliga?

  • Todas las de 50 o más empleados.
  • Las del sector público, sin importar tamaño.
  • Las que trabajen con prevención del blanqueo, seguridad, datos sensibles… aunque tengan 10 empleados.

La fecha de caducidad del “yo no sabía” ya pasó. Si no tienes canal, ya vas tarde.

Sanciones: no es solo una multa, es tu reputación

Hasta 1 millón de euros en los casos más graves. Pero más allá del castigo económico, está el daño reputacional. Porque una denuncia mal gestionada no se queda dentro. Acaba fuera. Y ahí no hay política de comunicación que lo arregle.

Cómo implantar un canal de denuncias sin que parezca una trampa

Diseña un canal que sirva para algo (no solo para cumplir)

¿Qué debe tener un canal legalmente válido?

  • Acceso fácil y visible (no escondido en el footer).
  • Posibilidad de denunciar por escrito o verbalmente.
  • Respuesta en 7 días y resolución en 3 meses máximo.
  • Confidencialidad absoluta. Y si es anónimo, mejor.

¿Interno o externalizado?

Aquí va una verdad incómoda: si gestionas tú mismo las denuncias, el conflicto de interés acecha. Externalizar el canal no es rendirse. Es blindarlo.

Pon las reglas del juego por escrito (y que se entiendan)

Una política de canal de denuncias no es un PDF que firmas y olvidas. Es un documento vivo, accesible, y redactado en lenguaje humano. Que diga qué se puede denunciar, cómo se gestiona y qué pasa después.

Y sí, deberías integrarla en tu portal del empleado. Porque nadie va a buscarla en el servidor 94, carpeta legal.

Garantiza la protección real del denunciante (no solo la legal)

Prohibido vengarse

Nada de despidos encubiertos, congelación de promociones o aislamiento sutil. La ley protege contra represalias. Pero si tu cultura laboral las tolera, el daño ya está hecho.

Acompaña a quien denuncia

Algunas empresas ya ofrecen apoyo psicológico, asesoramiento legal y seguimiento posterior. Porque levantar la voz no debería dejarte solo.

¿Y si en vez de un problema… fuera una oportunidad?

Cultura organizativa: el canal no sirve si nadie se atreve a usarlo

No basta con tener una herramienta. Hace falta que la gente confíe en que:

  • Se va a tramitar.
  • No habrá represalias.
  • La denuncia servirá de algo.

Y eso solo se logra con coherencia. Y con ejemplo.

Tecnología para proteger, no para complicar

¿La buena noticia? Existen soluciones que hacen todo esto más fácil. Plataformas como las de Smarteam que integran canal, anonimato, seguimiento y trazabilidad en un solo lugar. Sin necesidad de aprender 12 herramientas. Sin parches.

Lo que todos preguntan

¿Una denuncia anónima es válida?

Sí. Y debe tramitarse igual que una con nombre y apellidos. Negarse a gestionarla es incumplir la ley.

¿Y si es falsa?

Si hay mala fe probada, el denunciante puede ser sancionado. Pero la presunción de buena fe es lo primero. Ojo con ir de detectives antes de actuar.

¿El denunciado tiene derecho a saber quién lo acusa?

No. Tiene derecho a defenderse, sí. Pero sin conocer la identidad del denunciante, salvo casos excepcionales.

¿Y si no tengo canal?

Estás fuera de la ley. Punto. No hay margen de interpretación.

¿Cómo pruebo que hice las cosas bien?

Con trazabilidad: registro de tiempos, protocolos aplicados, comunicaciones documentadas. Y mejor si todo está dentro de una plataforma con registro seguro.

Denunciar no es traicionar. Ignorarlo, sí.

Las empresas que miran hacia otro lado cuando alguien levanta la mano están cavando su propia tumba. No solo legal, también cultural.

Cumplir la Ley 2/2023 es lo mínimo. Ir más allá es lo inteligente. Porque quien denuncia lo hace por algo. Y si lo escuchas a tiempo, puedes salvar tu reputación, tu equipo y, en muchos casos, tu empresa entera.

Desde Smarteam, ayudamos a implantar canales de denuncias reales, útiles y seguros. Pensados para personas. Diseñados para cumplir. Preparados para proteger.

Porque a veces, la mejor forma de crecer es dejar que te digan lo que no quieres oír. Y tener el sistema para escucharlo bien.

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